Título: Yuusha wa Shimei wo Wasureteru.
En el momento crucial de la batalla final contra el rey demonio, la heroína, Hizumi, levantó su espada con determinación, lista para acabar con la maldad que amenazaba al mundo. Sin embargo, a medida que se acercaba al enemigo, el rey demonio levantó una mano deteniéndola en seco. "Espera, Hizumi", dijo con voz serena, "¿Realmente crees que todo es tan simple como aparenta ser?"
La heroína vaciló por un momento, sorprendida por la inesperada calma del rey demonio. Sus ojos se encontraron, y en ese instante, Hizumi vio una chispa de algo desconocido en la mirada del enemigo. Una chispa de duda, de dolor... de humanidad.
El rey demonio habló de los sacrificios necesarios, de las decisiones difíciles que había tenido que tomar en su camino hacia el poder. Sus palabras resonaron en el corazón de Hizumi, sembrando la semilla de la duda en su mente. ¿Realmente era tan simple como vencer al enemigo frente a ella? ¿O existía una verdad más profunda, más compleja, que aún no veía?
Confundida por la tormenta de emociones que la embargaba, Hizumi bajó lentamente su espada, incapaz de continuar con la lucha sin antes cuestionar sus propias creencias. En ese momento, la heroína comprendió que, en la batalla por la salvación del mundo, a veces la verdadera prueba no era cortar con la espada, sino tener el coraje de abrir el corazón a lo desconocido.