La vida de Choi Hyungdo se volvía cada vez más complicada entre el brillo de los focos y las sombras de la noche. Atrapado en un torbellino de tentaciones y peligros, luchaba por mantenerse a flote en un mar de deseo y ambición. Sus encuentros con Lee Gyung, el carismático dueño del burdel, lo empujaban al borde del abismo, donde la pasión y el peligro se entrelazaban en una danza peligrosa.
Cada mirada, cada roce, era como un juego de ajedrez donde las piezas se movían con astucia y deseo. Hyungdo se debatía entre la atracción magnética que sentía por Gyung y el miedo a perderse en un mundo oscuro y desconocido. Su corazón latía con fuerza, sus pensamientos se enredaban en un laberinto de emociones prohibidas.
En medio de la decadencia y la lujuria, Choi Hyungdo se enfrentaba a su propia batalla interna, luchando por encontrar un equilibrio entre la seducción y la supervivencia. En un barrio pobre y sucio, donde los límites entre el bien y el mal se desdibujaban, el joven camarero se veía arrastrado por un torbellino de pasión y desesperación mientras el reloj inexorable marcaba su destino incierto.