Título: La Novia.
Era una noche oscura y tormentosa en la mansión de los Montesco. En la habitación principal, Sou, el joven heredero de la familia, yacía enfermo en su cama, su rostro pálido como la luna llena. Al lado de su cama, su madre, Lady Montesco, observaba con ojos fríos y determinados.
"Debes casarte, Sou", murmuró Lady Montesco, mientras acariciaba la frente ardiente de su hijo.
A pesar de su debilidad, Sou levantó la mirada confundida hacia su madre. "Pero, madre, ¿por qué debo casarme tan joven? ¿Y con quién?"
Lady Montesco se inclinó hacia él, sus ojos brillando con una intensidad inquietante. "Debes casarte con ella, con la novia", susurró en un tono que hielo la sangre de Sou.
La Novia. Sou había escuchado historias sobre la misteriosa mujer que se rumoreaba habitaba en lo más profundo de los terrenos de la mansión Montesco, una mujer de belleza sobrenatural y maldición innombrable.
Sin otra opción, Sou asintió débilmente, resignado a su destino. Sabía que la Novia estaba esperando, ansiosa por reclamar lo que le pertenecía.
Y así, el pacto se selló en la oscuridad de la noche, mientras el viento aullaba a través de los árboles retorcidos. La Novia había encontrado a su novio, y el precio a pagar sería más alto de lo que Sou jamás habría imaginado.