Mientras el reloj de la escuela marcaba los últimos segundos del recreo, Diego decidió poner a prueba su peculiar habilidad. Concentrando toda su energía, logró detener el tiempo por completo. Las risas de los niños se congelaron, las hojas de los árboles se quedaron suspendidas en el aire, y solo él podía moverse en ese mundo silencioso.
Sin embargo, en medio de aquel silencio etéreo, una figura permanecía inmóvil: Sofía, la misteriosa nueva estudiante que siempre parecía estar perdida en sus pensamientos. Intrigado por su presencia, Diego se acercó a ella y notó que, a diferencia de los demás, sus ojos brillaban con una luz intensa, como si pudiera ver a través del tiempo detenido.
En ese instante, un destello iluminó el patio de la escuela, y Diego sintió que algo estaba a punto de cambiar para siempre. ¿Qué secreto guardaba Sofía? ¿Cuál era su conexión con el poder de detener el tiempo? Mientras el reloj comenzaba a moverse de nuevo, Diego supo que su vida ya no sería la misma, y que juntos, descubrirían los misterios del universo que los rodeaba.