En la mañana siguiente, Javier se despertó sobresaltado al sentir un cuerpo cálido a su lado. Abrió los ojos y lo que vio lo dejó petrificado: ¡su nuevo jefe, el Sr. Martínez, estaba desnudo en su cama! Para su sorpresa, él también se encontraba sin ropa. La confusión invadió su mente mientras intentaba recordar cómo había terminado en esa situación comprometedora con el hombre que ahora lideraba su departamento en la empresa.
Entre titubeos, Javier fue recordando fragmentos de la noche anterior: la fiesta de la empresa, las risas, las copas de más, y de repente, el Sr. Martínez besándolo apasionadamente en un rincón oscuro. ¿Cómo habían llegado a su casa? ¿Qué significaba esto para su trabajo? Su mente era un torbellino de preguntas sin respuestas mientras observaba al otro hombre dormir plácidamente a su lado.
Entre suspiros y nerviosismo, Javier sabía que su vida iba a cambiar drásticamente a partir de ese momento. El secreto del jefe ahora era su secreto también, un enredo de emociones prohibidas y deseos ocultos que los llevaría por un camino desconocido y lleno de complicaciones.