La joven cantante novata, Elena, se encontraba en el escenario, nerviosa pero emocionada, listo para inyectar su alma en cada nota. Mientras las luces brillantes la envolvían, un destello de confianza cruzó sus ojos. Sin embargo, en ese momento crucial, una voz familiar resonó desde la oscuridad. Era Gael, el líder de la banda, con una sonrisa enigmática en los labios.
"Creo que necesitas encontrar tu propio sonido, Elena. Algo que te haga brillar en medio de la multitud", susurró Gael, con una complicidad que enviaba escalofríos por la espalda de la joven.
Elena, sorprendida por las palabras de Gael, se sintió intrigada por el desafío. ¿Qué quería decir con encontrar su propio sonido? ¿Acaso su voz no era suficiente para llenar el escenario? Con el corazón latiendo con fuerza, Elena se propuso explorar esta nueva faceta de su talento, sabiendo que el camino hacia la perfección sonora estaba lleno de secretos y revelaciones inesperadas.