En una tranquila tarde de primavera, Myunghan se encontraba sentado en un rincón del patio de la escuela, perdido en sus pensamientos. El sol brillaba suavemente sobre su cabello oscuro mientras observaba a lo lejos a Sihoo jugando con sus amigos. Desde pequeños habían sido inseparables, compartiendo risas y secretos, pero algo en el comportamiento de Sihoo últimamente lo había inquietado.
De repente, una sombra cayó sobre Myunghan cuando Seungchan se acercó a él, con una sonrisa misteriosa bailando en sus labios. Seungchan, el chico nuevo en la escuela, tenía una presencia magnética que atraía a todos a su alrededor. Myunghan sintió un cosquilleo en el estómago, una sensación confusa que no lograba entender.
Entre miradas furtivas, risas compartidas y gestos amables, un extraño triángulo se estaba formando entre los tres jóvenes. Los celos, la pasión y la confusión se entrelazaban en una danza peligrosa, llevando a Myunghan a cuestionar sus propios sentimientos y lealtades. ¿Podría enfrentarse a la verdad de su corazón, o sucumbiría a las complicadas emociones que amenazaban con destruir su último paraíso?