En un oscuro callejón de Tokio, una figura encapuchada se deslizaba entre las sombras, con pasos sigilosos pero decididos. La noche estaba más calmada de lo habitual, casi como si el mundo entero contuviera la respiración, anticipando el terror que estaba por desatarse.
Esa misma noche, un grupo de hombres se reunía en un rincón oculto de la ciudad. Eran las mentes maestras detrás de un oscuro y retorcido mercado negro, donde la justicia se vendía al mejor postor. Hammurabi Court, lo llamaban. Aquel lugar no aparecía en los registros legales ni en los mapas oficiales, pero su reputación era conocida por todos aquellos que necesitaban un tipo de "justicia" que el sistema judicial convencional no podía ofrecer.
Entre los presentes se encontraba Yuki, un joven abogado cuya sed de venganza ardía con la intensidad de mil soles. Su hermana, Asuka, había sido brutalmente asesinada, y el asesino, un hombre poderoso y corrupto, había logrado evadir la justicia sin siquiera parpadear.
-Yuki-san, tenemos al hombre que buscas -anunció uno de los capos del mercado negro, con una sonrisa siniestra dibujada en su rostro.
Los ojos de Yuki brillaron con una mezcla de determinación y ansiedad. Sabía que la decisión que estaba a punto de tomar cambiaría su vida para siempre. Mientras se adentraba en las sombras, listo para impartir su propia versión de justicia, una pregunta resonaba en su mente: ¿hasta dónde estaría dispuesto a llegar en su búsqueda de venganza?