Título: Higurashi no naku koro ni Himatsubushi-hen
En un oscuro rincón de Hinamizawa, Akasaka Mamoru se encontraba parado frente a la enigmática Furude Rika, la niña que todos decían ser la encarnación del Dios protector del pueblo. Con cada palabra que salía de los labios de Rika, Akasaka sentía un escalofrío recorrer su espalda, como si estuviera adentrándose en un mundo desconocido y peligroso.
Rika le habló de la maldición de Oyashiro-sama, de las premoniciones que la atormentaban y de un futuro oscuro que se cernía sobre Hinamizawa. Akasaka, un hombre de la ley acostumbrado a lidiar con la realidad tangible, se veía ahora inmerso en un mar de supersticiones y temores ancestrales.
Pero conforme pasaban los días, Akasaka comenzó a darse cuenta de que detrás de la fachada de tranquilidad de Hinamizawa se escondían secretos inconfesables y una tensión latente que amenazaba con desencadenar una tragedia aún mayor. Decidió adentrarse en la oscuridad, desentrañar los misterios del pueblo y descubrir la verdad detrás del secuestro y la presa que dividía al pueblo.
Mientras tanto, Rika observaba en silencio, con una mirada que parecía penetrar en lo más profundo del alma de Akasaka, como si supiera más de lo que decía, como si guardara secretos que podrían cambiar el destino de todos los habitantes de Hinamizawa. Akasaka se vio envuelto en una red de intrigas y conspiraciones, donde la línea entre la realidad y la superstición se desdibujaba peligrosamente.
En medio de la oscuridad y el misterio, Akasaka y Rika se embarcaron en un viaje hacia lo desconocido, donde la verdad era más aterradora que cualquier pesadilla y donde el destino de Hinamizawa pendía de un hilo tan frágil como la vida misma.