Bajo la luz parpadeante de las estrellas, Takumi y Kenji se encontraban frente a frente, con el corazón latiendo con fuerza en sus pechos. Aquella noche prometía ser diferente a todas las anteriores, llena de promesas susurradas y deseos contenidos. Takumi tomó la mano de Kenji con suavidad, sus ojos brillando con una mezcla de nerviosismo y determinación.
"Te prometo que esta vez será diferente, Kenji. Nuestra primera vez juntos será especial, sin dolor", murmuró Takumi, sus labios rozando apenas la mejilla de su amado.
Kenji asintió con una sonrisa tímida, sus mejillas encendidas por la emoción. La pasión entre ellos ardía con intensidad, amenazando con consumirlos por completo. Sin embargo, algo en el ambiente había cambiado esa noche, una energía diferente que auguraba un giro inesperado en su relación.
Mientras se sumergían en un mar de emociones encontradas, Takumi y Kenji estaban a punto de descubrir que el amor verdadero era mucho más que un simple acto físico. En medio de la oscuridad de la noche, sus corazones se entrelazaron en un pacto silencioso, listos para enfrentar juntos cualquier desafío que se interpusiera en su camino hacia la felicidad eterna.