Joseph se encontraba aturdido en una habitación desconocida, con la mente en blanco y el corazón acelerado. No recordaba cómo había llegado allí, ni por qué. La voz en la oscuridad le dijo que estaba ahí para cumplir una serie de pruebas, pruebas que determinarían su destino. Si no las superaba, las consecuencias serían nefastas.
Con valentía y determinación, Joseph se dispuso a enfrentar los desafíos que se le presentaban. Cada prueba era más difícil y retorcida que la anterior, poniendo a prueba no solo sus habilidades físicas, sino también su ingenio y su voluntad de sobrevivir.
A medida que avanzaba, descubría pistas sobre su pasado, sobre quién era realmente y por qué estaba en ese lugar. Los obstáculos se multiplicaban, amigos se volvían enemigos y la verdad parecía más esquiva que nunca.
Pero Joseph no se daría por vencido. En su lucha por la libertad y la redención, descubriría que las pruebas a las que se enfrentaba eran solo el comienzo de un peligroso juego de poder y manipulación. Estaba decidido a llegar al fondo de todo, aunque eso significara enfrentarse a su peor enemigo: él mismo.