Mientras el sol se ponía en el horizonte, el Príncipe Suou contemplaba con melancolía los jardines del palacio imperial. Ryuu, su leal ayudante, se acercó a él con una sonrisa falsa en los labios. Sin previo aviso, Ryuu sacó una daga y la clavó en el costado del Príncipe, traicionando la confianza que este le había brindado.
El Príncipe, sorprendido y herido, apenas podía articular palabra. Ryuu se inclinó hacia él, con una mirada despiadada en los ojos. "Lo siento, Su Alteza", susurró Ryuu con frialdad, "pero mi lealtad pertenece a otro".
El Príncipe Suou, en medio del dolor agudo, miró a Ryuu con incredulidad. La traición de su fiel ayudante lo dejó atónito. ¿Qué oscuros secretos ocultaba Ryuu? ¿Cuál era la verdadera razón detrás de su traición? Mientras el Príncipe luchaba por mantenerse consciente, juró descubrir la verdad y vengarse de aquel que una vez consideró su amigo.