Bajo la brillante luz de la luna, Rintarou se encontraba concentrado en sus libros, tratando de entender la fórmula matemática que tendría que reproducir al día siguiente en el examen. De repente, un suspiro detrás de él lo hizo girar sorprendido. Kaede, su misterioso tutor, estaba parado frente a él con una sonrisa traviesa en los labios.
"Rintarou, creo que es hora de un descanso", murmuró Kaede en un tono suave pero con un deje de misterio en su voz. Sin darle tiempo para reaccionar, lo tomó de la mano y lo guió fuera de la habitación, hacia el jardín trasero de la casa.
La suave brisa nocturna acariciaba sus rostros cuando Kaede se detuvo de repente y, con un brillo pícaro en los ojos, lo empujó suavemente contra la pared. Rintarou sintió su corazón latir con fuerza mientras Kaede se acercaba lentamente, sus labios a escasos centímetros de los suyos.
Y justo en ese momento, cuando todo parecía estar a punto de suceder, un estruendo en la distancia los separó bruscamente. Kaede se enderezó rápidamente, con una expresión de molestia en su rostro.
"Otra vez será, Rintarou", susurró Kaede antes de desaparecer en la oscuridad de la noche, dejando a Rintarou confundido y con el corazón latiendo desbocado en su pecho.¿Qué oscuros secretos esconde su enigmático tutor?