En una fresca tarde de primavera, Sumire Misaki se encontraba en el parque contemplando la hermosa puesta de sol. De repente, una sombra se proyectó sobre ella, era Kazuki Miyamoto, el chico más guapo del instituto. Sumire, sorprendida por su presencia, se levantó de un salto, solo para tropezar y caer en los brazos de Kazuki. Ambos se miraron a los ojos, sintiendo una extraña conexión en el aire.
Sumire, con el corazón latiendo fuertemente, trató de balbucear alguna disculpa, pero Kazuki colocó un dedo en sus labios, impidiéndole hablar. "No digas nada", susurró con voz suave. En ese momento, Sumire sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo, una sensación nueva y emocionante que nunca antes había experimentado.
Desde ese encuentro fortuito, las vidas de Sumire y Kazuki comenzaron a entrelazarse de una manera inesperada. Secretos del pasado salieron a la luz, revelando una conexión entre sus familias que nunca habrían imaginado. Mientras luchaban por entender sus sentimientos, se vieron envueltos en un torbellino de emociones, enfrentando obstáculos que pondrían a prueba su amor recién nacido.
Entre risas y lágrimas, Sumire y Kazuki descubrieron que el destino los había unido de una manera misteriosa, y que su amor era más fuerte de lo que jamás habrían imaginado. Cada paso que daban los acercaba más a la verdad detrás de su encuentro casual, revelando un giro sorprendente que cambiaría sus vidas para siempre.