En la cafetería del instituto, Marta observaba a su compañero de clase, Marcos, quien todos los días compraba la misma bebida que ella. Intrigada, un día decidió preguntarle: "¿Por qué siempre compras la misma bebida que yo? ¿Te gusto o algo?". Marcos, sorprendido, sonrió y respondió: "En realidad, es al revés. Siempre observo lo que compras y elijo lo mismo para tener una excusa para hablar contigo". Marta se ruborizó, sin imaginar que detrás de esa simple elección de bebida se escondía un interés romántico. A partir de ese momento, entre risas y confesiones, comenzó a florecer un romance inesperado y emocionante entre los dos adolescentes. Pero ¿qué otros secretos guardará Marcos detrás de esas simples coincidencias?