Título: Me convertí en la traductora de un tirano
En el palacio, un silencio sepulcral descendía sobre la habitación donde el tirano Michael permanecía sentado en su trono de oro. Leticia, la única que podía descifrar las palabras entrecortadas del emperador, se acercó con determinación, enfrentando la mirada fría y distante que tanto atemorizaba a los demás.
"Por favor. Por favor, quédate a mi lado", susurró Michael, rompiendo el aire tenso que los rodeaba. Las palabras resonaron en la habitación, sorprendiendo a todos los presentes. ¿Acaso el tirano, conocido por su indiferencia y crueldad, estaba mostrando una parte de sí mismo desconocida hasta ahora?
Leticia lo miró con incredulidad, sintiendo un nudo en su garganta. "¿Por qué lo hiciste?", preguntó, incapaz de comprender los motivos detrás de las acciones del emperador. En ese instante, una sombra de vulnerabilidad cruzó por los ojos de Michael, revelando una verdad oculta bajo su fachada de poder y control.
El silencio pesado que siguió fue interrumpido por el sonido de un suspiro, el primero de muchos que cambiarían el destino de dos almas destinadas a encontrarse en medio de la oscuridad y la soledad.