En un tranquilo día de otoño, Suzuki se encontraba pasando el rato en su cafetería favorita, disfrutando de un libro y de la paz que le brindaba el lugar. De repente, la campana de la puerta sonó y entró Tanaka, el empleado de la librería de al lado. Suzuki apenas le prestó atención al principio, pero algo en la mirada tímida y misteriosa de Tanaka captó su interés de inmediato.
A medida que los días pasaban, Suzuki notaba que Tanaka no era tan antipático como aparentaba. En realidad, detrás de su actitud fría se escondía un corazón tierno y vulnerable. Sin darse cuenta, Suzuki empezó a sentir una curiosidad creciente por Tanaka, quería descubrir qué secretos guardaba ese chico tan enigmático.
Poco a poco, entre discusiones y malentendidos, Suzuki y Tanaka fueron acercándose. Se descubrieron mutuamente, compartiendo risas, lágrimas y emociones que nunca pensaron sentir. Suzuki se dio cuenta de que, a pesar de su aparente indiferencia, Tanaka despertaba en él un deseo profundo de cuidar y proteger.
Entre libros y cafés, entre miradas y roces furtivos, Suzuki y Tanaka comenzaron un romance inesperado. Dos almas solitarias que encontraron en la otra su refugio, su compañía, su amor verdadero. Y así, en medio de la tranquilidad de una librería y el bullicio de una cafetería, nació una historia de amor que desafió todas las expectativas y prejuicios.