El sol comenzaba a ponerse en el horizonte, tiñendo el cielo de un naranja intenso mientras Kotaro caminaba de regreso a su hogar. El peso de su secreto lo atormentaba, la incertidumbre de revelar la verdad a Suguru, su amante, lo consumía por dentro. Sabía que no podía seguir escondiendo la existencia de Otsujirou, su hijo, fruto de un pasado doloroso que lo perseguía sin piedad.
En la penumbra de la habitación, Suguru esperaba, ajeno a la revelación que pronto cambiaría sus vidas para siempre. Kotaro respiró hondo y al fin reunió el coraje suficiente para hablar. Las palabras salieron de sus labios temblorosos, revelando la verdad que tanto había temido contar. La mirada de Shock en el rostro de Suguru fue imposible de ignorar.
El silencio se extendió entre ellos, cargado de emociones encontradas y preguntas sin respuestas. ¿Qué significaba esto para su relación? ¿Podrían superar juntos esta revelación inesperada? Kotaro sabía que el camino que tenían por delante no sería fácil, pero estaba dispuesto a luchar por su amor y por el bienestar de su hijo.
En medio de la oscuridad, una chispa de esperanza se encendió en el corazón de Kotaro, una nueva etapa se abría ante ellos, llena de desafíos y adversidades, pero también de amor y complicidad. Juntos, enfrentarían el futuro con valentía, dispuestos a escribir su propia historia contra viento y marea.