Bajo el cielo despejado, Darim caminaba con determinación hacia la escuela secundaria, su cabello oscuro ondeando detrás de ella. La joven deportista siempre había destacado en el campo de juego, pero en su interior guardaba un secreto que la atormentaba. Cada día, al mediodía, su cuerpo se transformaba misteriosamente en el de un chico, una extraña maldición que la había perseguido desde la infancia. A pesar de ello, Darim se aferraba a la esperanza de encontrar a su príncipe azul, a Taehoo, el chico que una vez la rescató de la soledad.
En la hora del almuerzo, cuando el sol alcanzaba su punto más alto en el cielo, Darim se vio obligada a esconderse en un rincón apartado de la escuela, esperando pacientemente a que la transformación tuviera lugar. Y así, como por arte de magia, su cuerpo cambió una vez más, revelando la figura de un apuesto joven de ojos penetrantes.
Decidida a acercarse a Taehoo de cualquier manera, Darim ideó un plan audaz. Aquella misma tarde, se presentó ante él con una nueva identidad, desafiando al destino y alzando la mirada con determinación. Taehoo la miró con sorpresa, sin reconocerla al principio, pero algo en aquel chico misterioso le resultaba familiar.
Entre risas y miradas furtivas, Darim y Taehoo comenzaron a construir una nueva conexión, una amistad que trascendía las barreras del género y la apariencia. Pero, ¿qué sucedería cuando la medianoche llegara y Darim volviera a ser la chica extrovertida y atlética que todos conocían? ¿Podría su amor sobrevivir a la prueba del tiempo y la transformación constante? Solo el destino lo diría.