Título: Escapando del príncipe y del deber real.
El Príncipe no podía apartar la vista de la misteriosa dama enmascarada en el baile de la corte. Yo observaba desde lejos, lamentando mi destino como princesa prometida. Su coqueteo descarado llenó mi corazón de desesperación y al mismo tiempo, de determinación. Era mi oportunidad, mi salvación. Decidí escapar de mi vida de restricciones y expectativas reales.
En la penumbra de la noche, dejé atrás el lujoso palacio y me adentré en la naturaleza salvaje que tanto añoraba. Pero mi libertad fue efímera, mis pasos resonaron en el bosque y supe que estaba siendo seguida. ¿Quién sino el Príncipe se atrevería a perseguirme en la oscuridad?
Cada intento de escapar era contrarrestado por la determinación del Príncipe de no dejarme ir. Sus palabras ardientes chocaban con mi determinación de vivir por mí misma. Entre discusiones acaloradas y momentos de complicidad, ambos descubrimos que nuestras vidas estaban entrelazadas de formas que no podíamos ignorar.
La línea entre la obligación real y el deseo personal se desdibujaba cada vez más, y en medio de la pasión y el peligro, ambos nos enfrentábamos a la elección más difícil de todas: seguir las expectativas impuestas o atrevernos a forjar nuestro propio destino juntos.