En un pequeño restaurante de la ciudad, los comensales disfrutaban de sus comidas tranquilamente. De repente, la puerta se abrió de golpe y entró una joven con uniforme militar, su mirada fría y determinada dejó a todos sorprendidos. Se acercó a la mesa del chef y exigió hablar con él en privado.
Después de una acalorada conversación, la joven reveló ser Tanya Degurechaff, una soldado de élite reencarnada en un cuerpo de niña, conocida por su crueldad en el campo de batalla. Sin embargo, en ese restaurante, buscaba algo diferente: saborear la exquisita comida que le habían recomendado.
A medida que Tanya se sumergía en los deliciosos platos preparados por el chef, su rostro inexpresivo se transformaba en uno de puro deleite. Los clientes observaban atónitos cómo la joven soldado mostraba una faceta desconocida, disfrutando cada bocado con una expresión de genuina felicidad.
Poco a poco, Tanya empezó a visitar el restaurante con frecuencia, encontrando en la comida un consuelo inesperado para su atormentada alma de guerrera. Entre aromas exquisitos y sabores exóticos, la joven soldado descubrió una nueva guerra que libraba en cada plato, una batalla de sensaciones que la llevaba a explorar un lado de sí misma que creía haber perdido en el fragor de la batalla.