En un rincón remoto del continente, Miyabi se encontraba de rodillas, exhausto, sosteniendo en sus manos el cuerno roto del dios malvado. El poder oscuro emanaba de él, envolviendo al joven en una aura ominosa. Con los ojos llenos de determinación, Miyabi sabía que ahora él era el portador del "poder" de Moebius, el más fuerte de los usuarios de Shin Kaku Gi Kou.
Con cada respiración agitada, podía sentir la responsabilidad aplastante que pesaba sobre sus hombros. Debía encontrar a los otros 11 usuarios, proteger al continente y evitar que el monstruo descontrolado causara más destrucción. La tarea parecía insuperable, pero en lo más profundo de su corazón, Miyabi sabía que debía prevalecer.
Mientras el viento soplaba a su alrededor, trayendo consigo ecos de batalla y destrucción, Miyabi se puso de pie, levantando el cuerno fragmentado hacia el cielo. Una determinación feroz brillaba en sus ojos mientras juraba solemnemente: "No permitiré que este poder caiga en manos equivocadas. Seré el guardián de la paz en este continente, aunque eso signifique enfrentar a los propios Diez Destruyentes".
Con su destino entrelazado con el de los Titanes de Shin Kaku Gi Kou, Miyabi se embarcó en un viaje lleno de peligros, intriga y batallas épicas. Su camino estaba lleno de incertidumbre, pero con cada paso que daba, se acercaba un poco más a desentrañar los misterios detrás de las armas mágicas y a descubrir el verdadero significado del poder que ahora poseía.