Bajo el manto de la noche estrellada, Lord Xiao se erguía imponente frente al castillo celestial, sus ojos destellaban con una mezcla letal de determinación y sed de venganza. El eco de su risa retumbaba en las paredes ancestrales mientras la sangre divina fluía por sus venas, recordándole el precio que había pagado por volver a la vida. Con el todopoderoso Dantian latiendo en su interior, juró abrir el cielo y la tierra, absorber la oscuridad y la luz, destruir el yin y el yang en su búsqueda de redención y justicia.
En lo más profundo de su ser, el fuego del odio ardía con intensidad, alimentado por el recuerdo de la traición de su hermano y el destino incierto de su amada esposa. Sus pasos resonaban en la sala del trono, cada uno marcando el inicio de una nueva era donde él sería el arquitecto de su propia resurrección. Con los ojos fijos en las estrellas que alguna vez le pertenecieron, Lord Xiao trazó en su mente un plan maestro para reclamar lo que le habían arrebatado.
Mientras las sombras de la noche se cernían sobre el castillo celestial, las estrellas parecían parpadear en complicidad con su propósito. La batalla por los cuatro mundos divinos estaba a punto de comenzar, y Lord Xiao estaba listo para engullir el mundo entero en su sed de venganza.