En el bosque oscuro, Woohyeok se encontraba de rodillas frente a Sinwoo, con el corazón en la mano y los ojos llenos de lágrimas. Había descubierto el oscuro secreto que su hermano mayor guardaba tan celosamente: Sinwoo estaba enamorado de su propio padre. Una mezcla de dolor y deseo consumía a Woohyeok, pero también despertaba una lujuria prohibida que lo consumía por dentro.
En un momento de ira y desesperación, Woohyeok decidió tomar el control de la situación. Con paso decidido, se acercó a Sinwoo, cuyo rostro reflejaba sorpresa y confusión. Sin mediar palabra, Woohyeok se abalanzó sobre él, sus labios se encontraron en un beso salvaje y desesperado. El deseo reprimido durante tanto tiempo se desbordó en un torbellino de emociones encontradas.
Sinwoo, aturdido por la sorpresiva confesión de su hermano menor, se dejó llevar por la intensidad del momento. Entre susurros entrecortados y manos temblorosas, ambos hermanos exploraron un territorio desconocido, donde el dolor y el placer se entrelazaban en una danza peligrosa y adictiva.
Así, en medio de la oscuridad del bosque, se forjó una nueva conexión entre Woohyeok y Sinwoo, una relación marcada por la complicidad, la pasión y el peso abrumador de un secreto compartido. Una amistad inusual, nacida de la atracción prohibida y el deseo desenfrenado, que los llevaría por un camino lleno de desafíos, sacrificios y revelaciones inesperadas.