Título: Una chica normal como tú no me la va a poner dura
Era una tarde tranquila, el sol se colaba a través de las cortinas de la habitación, pintando de dorado cada rincón. Laura se encontraba sentada en su escritorio, sumida en su mundo de libros y apuntes. De repente, un mensaje de texto interrumpió su concentración. Era de Alex, su amigo de la infancia, con quien había perdido contacto durante años.
El mensaje decía: "¿Podemos encontrarnos hoy? Necesito hablarte". Intrigada, Laura aceptó el encuentro y se dirigió al parque donde habían jugado juntos de niños.
Al llegar, se encontró con un hombre apuesto, pero con la mirada sombría. Alex parecía nervioso, inquieto. Sin rodeos, le confesó: "Estoy tan frustrado que tengo mi primera erección en mucho tiempo y es contigo". El impacto de sus palabras dejó a Laura sin aliento. ¿Cómo podía ser eso posible? Él mismo le había asegurado que no se le pondría dura con ella.
A partir de ese momento, ambos se vieron envueltos en una vorágine de emociones y deseos ocultos. Los secretos del pasado salieron a la luz, revelando una conexión intensa y prohibida que los consumiría por completo. Entre encuentros furtivos y confesiones a medianoche, Laura y Alex se sumergieron en un torbellino de pasión y peligro, donde las promesas se rompían tan fácilmente como los corazones.
Nada volvería a ser igual para ellos, en un mundo donde la línea entre el amor y la lujuria se desdibujaba peligrosamente. Una chica normal como Laura no había imaginado que su vida daría un giro tan inesperado, llevándola a límites insospechados de placer y dolor.