Título: Encontrémonos Vivos
En medio del caos y la desesperación, Tae-baek y Shin-hu se encontraban rodeados por una horda de "devoradores". La lucha era intensa, cada movimiento era crucial para seguir con vida en ese mundo apocalíptico. Tae-baek miró a los ojos de Shin-hu, encontrando en ellos una determinación feroz pero también una chispa de ternura que lo atrapó.
En un instante de pausa en la batalla, Tae-baek tomó la mano de Shin-hu y le confesó su amor sin titubear. Shin-hu, sorprendido por la valentía de Tae-baek, no pudo contener una sonrisa. Sin embargo, sus pensamientos estaban lejos, perdidos en un mar de emociones que no había permitido aflorar.
En ese preciso momento, un giro inesperado ocurrió. Uno de los "devoradores", un zombi diferente a los demás, se acercó lentamente a Shin-hu, pero en lugar de atacarlo, se detuvo frente a él y emitió un sonido gutural. Sorprendido, Shin-hu extendió la mano y acarició la cabeza de la criatura, como si reconociera algo en ella.
El zombi emitió un gemido triste, y Shin-hu, con lágrimas en los ojos, se volvió hacia Tae-baek. En ese momento, la verdad salió a la luz: Shin-hu tenía una conexión especial con los "devoradores", podía comunicarse con ellos de alguna manera.
Esta revelación cambió por completo la dinámica de su lucha por la supervivencia. Tae-baek se dio cuenta de que para salvar a Shin-hu, también debía entender a esos seres aterradores. Juntos, se embarcaron en una nueva misión: descubrir el origen del virus zombi y encontrar una cura que pudiera salvar a todos, humanos y "devoradores" por igual. El destino de la humanidad descansaba en sus manos, en su amor imposible pero poderoso, en su determinación de encontrarse vivos en medio de la oscuridad.