En el silencioso apartamento de Zylith, las sombras de la noche parecían tomar vida propia. Ella, una joven escritora de novelas románticas, se encontraba inmersa en su mundo de fantasía, rodeada de velas titilantes y una taza de té humeante.
De repente, un suave susurro la sacó de su ensimismamiento. ¿Qué era eso? ¿Una ilusión? Pero el susurro volvió, más claro esta vez, como si alguien le hablara al oído. Zylith se puso de pie, con el corazón latiéndole con fuerza, y se adentró en la oscuridad de su sala de estar.
Y entonces, lo vio. Un hombre de aspecto misterioso y penetrantes ojos azules la miraba desde la penumbra. Zylith contuvo el aliento, sintiendo una mezcla de miedo y fascinación. ¿Podría ser real? ¿Sería él la respuesta a sus oraciones, a sus historias de amor imposible?
El desconocido le tendió la mano, invitándola a un mundo desconocido y excitante. Zylith sintió una fuerza magnética que la impulsaba a seguirlo, a desafiar lo desconocido. ¿Qué secretos guardaba aquel hombre? ¿Y qué destino les esperaba en ese maldito romance que parecía tejerse entre ellos?
El juego acababa de empezar, y Zylith se vio atrapada en una trama de pasión, misterio y peligro que cambiaría su vida para siempre.